UNA AMISTAD EN AUSCHWITZ (en el 80 aniversario de la máxima ofrenda de amor de San Maximiliano Kolbe)

El muchachito judío y el franciscano de Niepokalanów "Vengo de un buen hogar donde el amor era la palabra clave. Mis padres eran ricos y cultos. Mis tres hermanas, muy bonitas; mi madre, que era abogada, con un doctorado en la Universidad de París; mi padre y mis abuelos, todos murieron: solo yo sobreviví. Ser un niño criado en un entorno tan maravilloso y luego encontrarme inesperadamente solo a la edad de trece años en el infierno de Auschwitz tiene tal efecto que otros pueden entenderlo con gran dificultad. Muchos de nosotros, muchachos, perdimos la esperanza, especialmente cuando los nazis nos mostraron fotos de lo que pensaban que era el bombardeo de la ciudad de Nueva York. Era imposible sobrevivir sin esperanza y por eso muchos chicos de mi edad se lanzaban a los cables de alta tensión. Siempre estaba buscando a alguien que tuviera algo que ver con mis padres asesinados, algún amigo de mi padre, algún vecino o cualquiera en toda esta multitud que los conociera. ...